viernes, 4 de diciembre de 2009

La escultura en el campo expandido.


Rosalind Krauss pretendió descubrir la nueva escultura. Una escultura que se percibió como interdisciplinaria y lo sigue haciendo, el objeto ya no se remite a estar sobre una base.
Estas esculturas ya no querían seguir siendo entes estáticos sino objetos que interactúan, que partiendo de un punto se desenvuelven y se ubican en un vasto espacio, dando un giro en la percepción no sólo de objetos que se instalan sobre pedestales apartándolas de su emplazamiento y siendo meras reminiscencias del pasado; por ello estas esculturas se volvieron pasados congelados. Ahora la escultura se volvía una estructura en constante autogeneración.

Como las vías de un tren en continuidad, sobre ellas está el vacío, el tiempo y el movimiento. Todo transcurriendo.
Ahora encontramos como escultura, espacios que se abren, formas que salen de orificios, excavaciones, montículos, el vacío, el reflejo, conjuntos de luces que nos hacen penetrar en el espacio para descubrir que él es el origen. La conmemoración estaba quedando atrás, ahora el espacio y el objeto trataba de representar un cosmos en contante expansión, cambio y creación. Un espacio maleable que no sólo tiene lugar como marco de un objeto sino como su origen también.
Un ejemplo de estas esculturas de maleabilidad sorprendente que desafiaron las “categorías” del arte se encuentra en la obra de Anish Kapoor, específicamente en Svayambh (Autoengendrado), 2007. Esta obra fue colocada en el Museo de Nantes. Kapoor hizo un paralelepípedo con forma semicilíndrica sobre una especie de riel como si fuera un vagón que apenas encajaba en los vanos por los que pasaba, dejando su rastro en mancha roja. Un rastro sanguinolento.
El vagón semicilíndrico estaba sobre un pedestal-camino-mostrador de tres rieles que permitía su movimiento, desplazándose sobre ellos.
Kapoor tituló la obra Svayambh, algo así como modelado por su propia energía en sánscrito y eso fue explicado por el deseo de que la obra fuese generada por la arquitectura del lugar, como si asistiéramos en el proceso creativo.
Muchas han sido las lecturas y significados dados a esta obra pero lo que es cierto es que esta escultura se extiende creando un paisaje, utilizando y siendo arquitectura a la vez, interviniendo el espacio real, pugnando por una destrucción de límites, esos límites que la misma escultura había creado. Ampliando los horizontes entre estructuras y espectador, entre volumen y superficie.
Tomando posesión del espacio, invitando a una experiencia que va más allá de lo visible, esa entonces es la nueva escultura, esas cosas bastante sorprendentes, como las vió Krauss.
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