domingo, 1 de noviembre de 2009

Ebenezer Howard: Ciudad Jardín. Le Corbusier y su Unidad habitacional.

La ciudades modernas tienen la posibilidad de transformarse por multiples motivos, ya sean funcionales, formales o sociales, esto corresponde a la proliferación de estilos de vida y de intereses que convergen en un mismo territorio. Poco a poco las ciudades fueron mostrando esta diversidad en la construcción de espacios alternativos y proyectos urbanísticos con el fin de mejorar los estilos de vida y cubrir ciertas necesidades.

Howard (1850-1928) ideó el siguiente proyecto para Londres: Una ciudad jardín con un centro urbano diseñado para una vida saludable y de trabajo. En un tamaño que haga posible una vida social a plenitud, no debe ser muy grande, su crecimiento será controlado y habrá un límite de población. Estará rodeada por un cinturón vegetal y comunidades rurales en proporción de 3 a 1 respecto a la superficie urbanizada. El conjunto, especialmente el suelo, será de propiedad pública, o deberá ser poseído en forma asociada por la comunidad, con el fin de evitar la especulación con terrenos.

Curiosamente esta ciudad jardín se propone como un sitio separado de la “ciudad central”; una comunidad, y representa la posibilidad de que el hombre controle los territorios que habite o que estos territorios provoquen determinadas formas de vida o cierto control sobre sus habitantes por ser un espacio delimitado y que se sustenta con ciertas reglas o principios que la misma comunidad al vivir en él tiene que cumplir.
Con la industria muchos campesinos emprendieron un éxodo hacia las ciudades, transformando su forma de vivir, al parecer este proyecto tenía en mente no olvidarse de esa vida rural mediante una vida plena y en contacto con la naturaleza, a pesar de realizar diariamente un éxodo de la ciudad central a la jardín. Pero hay que contemplar que esta idea de jardín se relaciona de manera profunda a la noción de recreación y placer, precisamente como manera de escape a esa cotidianeidad que fluye en el concreto, las fábricas y el movimiento constante y también como un recurso contra la degradación por los usos o la obtención de recursos y beneficios. La industrialización nos lleva a estar constantemente añorando a los desaparecidos jardines colgantes de Babilonia, a el desaparecido paraíso verde que se ha tragado el concreto.
Con la ciudad jardín hay que hacer referencia a otros personajes que conociendo este proyecto desarrollaron otros. Por ejemplo el arquitecto alemán Bruno Taut (1880-1938).
Él viaja a Londres por sugerencia de Herman Muthesius para conocer el movimiento de ciudad jardín. Causó gran influencia en él que en 1925 crea el proyecto “Urbanización de herradura” ó “Colonia en forma de herradura” en Britz, Berlín.





La estructura dispuesta en forma de herradura se construyó rodeando un lago ubicado en el centro. Uno de los objetivos era que en estas viviendas al límite de la ciudad, la naturaleza del paisaje debía permanecer perceptible.
Taut declaró: “Puesto que esta zona está orientada al sol, al viento y a sus dimensiones, influye también sobre los sentimientos de bienestar, contemplación, tranquilidad, paz armónica, comodidad".
Con esta estructura cerrada Taut, que intentó unir la funcionalidad, lo orgánico y la forma simbólica, estableció un rasgo característico para la comunidad de la colonia cooperativa.
Ahora tenemos pequeñas ciudades jardín en una ciudad en el que el 90% de su paisaje es a base de concreto. Su hegemonía prefiere lo frío, lo geométrico. Ahora cada quien será responsable de tener sus pequeños jardines o ciudades privadas jardín si es que cuentan con un terreno “extra” que se aproveche para el goce de la naturaleza pero sobre todo como un espacio de vitalidad.



Estos proyectos nos hacen reflexionar sobre los entornos que creamos y las necesidades que tenemos, pero también en las consecuencias de las transformaciones urbanas que sólo satisfacen el momento inmediato y no un futuro. Hoy tendremos que pensar en que estamos yendo hacia una ciudad artificial en donde la naturaleza y los espacio verdes que se tengan están siendo mínimos o en su ausencia en un futuro se trate de reproducir conmemoraciones de arboles, flores, pero que no serán más que adornos inertes, hechos de concreto, plástico y metal.




UNIDADES RADIANTES






A través de las visiones que se fueron forjando al ver desarrollarse una ciudad, Le Corbusier ideó la Unidad de Habitación en Marsella 1945-1952. Despues de la guerra todos los urbanistas querían construir nuevas ciudades que dejaran atrás el pasado y llevaran como lema la funcionalidad. También la prioridad era proporcionar un techo a millones de personas en el menor tiempo posible.
Con esta idea Le Corbusier pensó que construir el espacio habitable necesario en un área más reducida permitiría tener más zonas libres y así surgió un monstruo de viviendas colectivas, un mueble inmenso formado de múltiples cajones, en donde nada fuera arbitrario.
Ahora la arquitectura se convertía por sí misma en una ciudad, una “unidad de arquitectura urbana”.
Dentro de la estructura se tendría todo. Todos los servicios para una comunidad y aparte también sería una ciudad jardín pues acumulando todo arriba, abajo quedaría espacio para una amplia zona verde. La unidad se compone de 337 pisos, cada piso con 58 departamentos para un total de 1, 600 habitantes.

La unidad monumental cuenta con una zona comercial de dos plantas, guardería, salas de actos, un restaurante, un lavadero, una azotea-jardín con instalaciones deportivas y de ocio.
Las unidades habitacionales de Corbusier en Marsella, y más adelante en Nantes, consolidaron los conceptos que venía desenvolviendo en torno a la idea moderna de habitar. Los principios que le daban cuerpo devenían de una idea de arquitectura en tanto producto de la racionalidad, instrumento para delinear un sistema social en tanto sistema de razón. En él se incorporaban principios de funcionalidad y economía, reconociendo en la arquitectura un medio para ordenar el ambiente urbano y ofrecer mejores posibilidades para los grupos humanos. La creación de una nueva mecánica de circulación, organización de funciones, concepción de un sistema de relaciones integradas, todas esas posibilidades eran usadas de un modo disciplinado y reflejaban la enorme voluntad de intervenir en el proceso de la arquitectura y de la sociedad modernas.


No podemos negar que la idea de funcionalismo sí se cumple en esta unidad pero también modifica la manera en que el hombre realiza interacciones con los espacios que le rodean. La vida se propone como una realización en un cubo o sobre pilotes, una vida de altura o que se deberá desarrollar en ciertas medidas de un espacio determinado para que así los siguientes tengan un lugar “digno” en donde habitar.







FUENTES:
http://www.proyectoyobra.com/arquitectura1.asp
http://participacion.abc.es/divanesteoeste/post/2008/07/07/lebensraum
http://inciarco.com/foros/showthread.php?t=4236
http://www.bufetetecnico.es/arquitectura/proyectos5/unidad_habitacion.html
http://www.fondationlecorbusier.asso.fr/fondationlc_us.htm
http://arkinetia.com/Articulos/art383.aspx
Gympel Jan. Historia de la Arquitectura. De la antigüedad a nuestros días. Alemania. Köneman. 2005.

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